miércoles, 10 de febrero de 2016

Cómo reconocer la categoría gramatical de una palabra.

Si has revisado bien los artículos de las distintas categorías gramaticales debería resultarte sencillo utilizar esa información para reconocer la categoría gramatical de cualquier palabra. Veamos como podemos reconocerlas si las palabras no están en algún contexto, es decir, nos aparece la palabra suelta, fuera de cualquier oración o texto.

miércoles, 3 de febrero de 2016

2.3. Las preposiciones.

No son para nada complicadas como categoría gramatical. El castellano consta de 23 preposiciones, a saber:

A, ANTE, BAJO, cabe, CON, CONTRA, DE, DESDE, EN, ENTRE, HACIA, HASTA, PARA, POR, SEGÚN, SIN, so, SOBRE, TRAS, mediante, durante, vía y versus.

El género del sustantivo.


Según lo leído más arriba, comprobamos que los sustantivos pueden distinguir singular y plural, si bien, no todos ellos siguen esta discriminación. Solamente los nombres que se refieren a seres humanos o animales marcan una oposición entre sexo masculino y femenino por medio de morfemas flexivos de género. Es importante que aprendamos como se construyen las distintas formas del sustantivo:
a. El modo más intuitivo en lengua castellana consiste el uso de los morfemas flexivos -o, -e para el masculino y el morfema flexivo -a para el femenino: chico-a; monje-a.
b. Existen también algunos sustantivos que acaban en consonante en su forma masculina pero mantienen el uso del morfema flexivo -a para el femenino. En este caso se considera que la ausencia de morfema flexivo indica masculino: director, -a; león, -a.

martes, 2 de febrero de 2016

LAS CATEGORÍAS GRAMATICALES

Las palabras son los materiales de construcción del lenguaje, pero no todas tienen la misma importancia, al menos si lo que pretendemos es simplemente comunicarnos con otros seres vivos, ya sean familiares u otros animales. Unas son los ladrillos; otras, los pilares, pero con eso no basta, necesitamos clavos, cemento, bridas,... aquellos elementos que ayudan a cohesionar al resto. Las conjunciones y las preposiciones, por ejemplo, hacen que nuestros mensajes sean más complejos. De otra forma, nuestros textos serían monótonos y pesados: "Tarzán. Jane".