miércoles, 10 de febrero de 2016

Cómo reconocer la categoría gramatical de una palabra.

Si has revisado bien los artículos de las distintas categorías gramaticales debería resultarte sencillo utilizar esa información para reconocer la categoría gramatical de cualquier palabra. Veamos como podemos reconocerlas si las palabras no están en algún contexto, es decir, nos aparece la palabra suelta, fuera de cualquier oración o texto.


Los sustantivos son palabras variables, es decir, poseen formas de singular, plural, másculino y femenino. Esto nos permite distinguirlas de las preposiciones, los adverbios y las conjunciones. Sin embargo, no poseen modo, aspecto o tiempo como los verbos. Además, tienen un significado léxico (podemos definirlas con claridad), por ello, no debemos confundirlas con pronombres ni determinantes. Cuidado con los casos de las homógrafas como sobre (preposición) y sobre (sustantivo, objeto de papel para el envío de correspondencia).

Sólo nos restarían los adjetivos calificativos, únicas palabras con las que podemos tener problemas, sobre todo, si el sustantivo no es concreto (no objetos y otros entes no perceptibles por los sentidos). Para ello os recomiendo que creéis oraciones mentales donde intentéis que la palabra vaya acompañada de otros vocablos que sepáis claramente a qué categoría pertenecen. Así, "coche" es, evidentemente, un sustantivo mientras que "pequeño" lo reconocemos como un adjetivo; mientras que la palabra 'hermandad' nos despierta dudas. Usemos los tres conceptos: "La hermandad coche"*, "la hermandad pequeña", "el coche hermandad"*, "la pequeña hermandad". Observad como 'hermandad' solo funciona con el adjetivo calificativo 'pequeña' pero no con el sustantivo 'coche'. Como sabemos que los adjetivos calificativos concuerdan en género y número con un sustantivo, pero no así, habitualmente (ver aposición) un nombre con otro; concluimos que 'hermandad' sólo puede ser un sustantivo. Esta es una forma bastante evidente de reconocerlos. 

Más rápida pero más falible es que, mientras que la distinción de género en los sustantivos sólo se produce entre los que poseen 'sexo' (genitales o modos de reproducción sexual), para los adjetivos esto no es necesario, ya que su obligación es concordar con los sustantivos y para ello requieren una mayor flexibilidad (recordad, por supuesto, que hay adjetivos de una terminación como amable o verde).

El método más infalible, sin embargo, consiste en añadir la terminación -ísimo del grado superlativo del adjetivo. Este morfema solo es correcto en los adjetivos calificativos: verdísimo, cochísimo, hermandadísima, encandiladísimo,... Elegid el que más os agrade o, preferiblemente, usadlos todos para evitar cualquier error durante una prueba evaluativa.

En cuanto al verbo, no deberíais tener ningún problema siempre y cuando los hayáis trabajado bien en casa (no sólo en clase, que luego decís que los profesores no hacemos nada o explicamos mal para culpar a cualquiera que no seáis vosotros o vuestra haraganería -vease el perro, una mosca, los amigos, el vecino, un zumbido, el huracán del mar del norte, etc.-) puesto que es la única categoría gramatical que se conjuga, así que es la única que tiene distinción de persona (primera, segunda, tercera), tiempo (presente, pasado, futuro) y aspecto o modo (que no son tan útiles). Así, si tenéis en cuenta que son palabras variables, es decir, presentan distintas formas según indique su desinencia (morfemas flexibles de los verbos), no pueden confundirse (excepto las homografas como vino -verbo venir- y vino -sustantivo, bebida alcohólica-) con las preposiciones, los adverbios o las conjunciones. Como palabras con significado léxico, tampoco se confunden con los pronombres ni los adjetivos determinativos (o determinantes). Como no poseen género, tampoco deberían confundirse con los sustantivos o los adjetivos, pero es que, además, tampoco forman el plural con eSe.



El problema más grave que podemos tener con el adjetivo calificativo se produciría con el sustantivo, pero ya hemos comprobado unos párrafos más arriba como salvar ese problema. sin embargo, podemos tener dificultades en algunas ocasiones con los adverbios. Sigue leyendo y verás como evitarlo.

Por consiguiente, pasemos a las palabras variables como el adverbio, que es la única categoría que pertenece a las palabras léxicas que carecen de flexión de género y número (con la excepción de los adverbios de cantidad como bastante/s). Esto es importante a la hora de distinguirlos de los adjetivos calificativos. Algunas veces, podemos confundir los adverbios con las formas de masculino singular de los adverbios como por ejemplo mal en estas oraciones:

¡Qué mal momento he pasado! 

¡Qué mal hecha está esta portada!

Mientras que el adjetivo tendría femenino (¡Qué mala noche he pasado!) o plural (¡Qué malos momentos he pasado), el adverbio solo presentaría la forma de masculino singular (¡Qué mal hecho está este libro! o ¡Qué mal hechas están estas portadas!).

Si localizáis una palabra difícil de ubicar pero que posee una definición clara y es invariable añadidla entre los adverbios (truco de la abuela): "Ya no hay más azucar" (adverbios: ya, no y más)

Recordad también que las palabras que terminan en -mente son que provienen de adjetivos que se han transformado en adverbios: tímido, tímida, tímidos, tímidas; tímidamente.

En cuanto al resto de categorías gramaticales suelen consistir en grupos cerrados (el número de sus elementos es reducido) así que solo cabe estudiarlos.

Las preposiciones son únicamente 23, así que memorizarlas no os supondrá mucho esfuerzo: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, so, sobre, tras, mediante, durante, vía y versus

Recuerda que la preposición introduce un SN.

Un poco más numerosos serán los pronombres y los determinantes, sin embargo, a su favor (y en su contra, como veremos), algunas formas coinciden en una y otra categoría gramatical así...

Este coche es el mío. (determinante)

Este es el mío. (pronombre)

Para distinguirlos simplemente observaremos si acompaña a un sustantivo (determinante) o, por el contrario, no lo acompaña (pronombre, suele aparecer justo al lado de un verbo). Esto se debe a qué si bien el determinante acompaña al sustantivo, el pronombre lo sustituye y hace que desaparezca. En la segunda oración, "Este" puede referirse perfectamente a "coche".

Por último, las conjunciones no suponen más problema que la memorización: y, o, ni, pero, e, que, u, etc. Algunos son muy habituales; otros, los podemos averiguar por descarte, vease, si no forman parte de los otros grupos, debe ser una conjunción.



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