"Lo bueno, si breve, dos veces bueno” decía el
bueno de Gracián. Así que no os entretendré
mucho.
Si prestamos atención al verbo desde el punto
de vista morfológico (revisa tu griego clásico), observamos que podemos partir
su formas personales (aquellas conjugadas) en dos partes según la información
que nos ofrecen:
Al segmento inicial del verbo, aquel que queda
después de eliminar las terminaciones –AR, -ER, -IR del infinitivo (AM-, COM-,
PART-), le llamamos
LEXEMA
Y es aquel que nos aporta una información
léxica; para que nos entendamos, el significado,
lo más cercano que podemos estar de la definición de un diccionario.
Por otra parte, el resto de verbo en forma
personal que nos queda es el
MORFEMA
VERBAL
O, también conocido como
DESINENCIA
Esta nos aporta información gramatical muy valiosa para
poder expresarnos. Atentos:
LA PERSONA: 1ª, el que habla; 2ª, el que escucha o 3ª,
aquello de lo que se habla.
Combinado con
EL NÚMERO: singular (uno) o plural (más de uno) nos indica el sujeto del verbo.
YO TÚ
ÉL ELLA NOSOTROS NOSOTRAS VOSOTROS VOSOTRAS ELLOS ELLAS USTED USTEDES
EL TIEMPO: pretérito (pasado), aquello que ya
sucedió; presente, que sucede en
este preciso instante o futuro, lo
que ha de venir.
EL MODO: indicativo, indica una perspectiva
objetiva y real desde la perspectiva del hablante; el subjuntivo, sin embargo, muestra una perspectiva subjetiva o
irreal. Por último, el imperativo se
utiliza para dar órdenes.
EL ASPECTO: perfecto si se considera la acción como
acabada o imperfecto si se considera
la acción en progreso (parecido al ‘continuous’ del inglés).
¿Te ves capaz de realizar un esquema con esta información? Pruébalo, es muy sencillo.
¿Te ves capaz de realizar un esquema con esta información? Pruébalo, es muy sencillo.
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