El vínculo que une al "salario" con la "sal" procede de épocas muy remotas.
Parece ser que ya en el Antiguo Egipto muchos de los pagos que se realizaban a trabajadores o a soldados se realizaba en esta tan común especia, hoy en día. En aquellos tiempos, según me informan, el valor del peso de la sal equivalía al del oro. Así que, si alguna vez decidís viajar en el tiempo para enriqueceros, pasad antes por un supermercado y cargad vuestras alforjas de sal a menos de 30 céntimos el kilo (año 2016 d.C.), pues podréis vivir, a la vera del Nilo, como la mismísima Cleopatra.
Los legionarios romanos también podían cobrar su "nómina" en especias como, por ejemplo, la sal. De ahí que llamasen "salarium argentium" al jornal de la tropa. Sin embargo, hay dudas de que esto fuese realmente así. Es probable que los romanos copiasen de Egipto la "tradición" de pagar en sal (debía producirse así cuando hubiese carencia de "solidus", es decir, moneda de oro con la que se pagaba la "soladata" -¿veis como se asemeja a "soldada" y "soldado"?-).
Si queréis saber más, aquí tenéis un enlace y aquí otro.
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